Se estima que en México aproximadamente un millón 300 mil personas padecen la enfermedad de Alzheimer, cifra que representa entre 60 y 70 por ciento de los diagnósticos de demencia y afecta con mayor frecuencia a las personas mayores de 65 años.

La enfermedad de Alzheimer no distingue de clase socioeconómica, raza ni grupo étnico. El factor de riesgo más importante para el Alzheimer es la edad. La cantidad de personas con la enfermedad se duplica cada 5 años después de los 65 años.

Para el año 2050 la prevalencia de la enfermedad de alzheimer se duplicará en Europa y se triplicará en todo el mundo, por lo que la detecciòn opotuna puede ser un factor que atenùe el avance y deteriro en ese grupo poblacional.

Diez avisos para detectar el Alzheimer

• Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana. Es una de las señales más comunes del alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, olvidar información reciente. También se olvidan fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente o se depende de sistemas de ayuda para la memoria para hacer cosas que antes uno hacía solo.


• Dificultad para planificar o resolver problemas. Se experimentan cambios en las habilidades de desarrollar o seguir un plan o trabajar con números. Pueden aparecer problemas de concentración o tardar más tiempo en hacer las cosas.


• Dificultad para desempeñar tareas habituales. Por ejemplo, dificultad para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.


• Desorientación de tiempo y lugar. Esto supone el olvido de fechas, estaciones y, en general, el paso del tiempo. La persona afectada puede olvidar dónde está y cómo ha llegado al lugar en el que se encuentra.


• Dificultad para comprender imágenes visuales. A veces, tener problemas de vista es una señal de alzheimer. Pueden aparecer dificultades para leer, juzgar distancias y determinar colores o contraste.


• Problemas en el uso de palabras en el habla o lo escrito. El alzheimer puede provocar dificultades para seguir o participar en una conversación. Dificultad para encontrar palabras correctas, el vocabulario apropiado o llamar a las cosas por un nombre incorrecto (como llamar a u n lápiz "palito para escribir", por ejemplo).


• Colocación de objetos fuera de lugar. También, pérdida de cosas sin poder recordar donde estaban. A veces pueden acusar a los demás de robarles, situación que puede producirse en una fase más avanzada de la enfermedad.


• Disminución o falta de buen juicio. Cambios en los juicios y las tomas de decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen mucho dinero a personas que venden productos o que presten menos atención al aseo personal.


• Pérdida de iniciativa en el trabajo o actividades sociales. Esto puede reflejarse en la realización de actividades sociales, pasatiempos, proyectos en el trabajo o deportes.


• Cambios en el humor o la personalidad. Las personas con alzheimer pueden sentirse confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde estén fuera de su ambiente.

La observación de la persona que convive con un posible paciente de alzheimer puede seguir estas señales que ofrece la CEAFA para la detección de la enfermedad y actuar en consecuencia.