El sexo anal sigue siendo un tabú para muchas mujeres hoy en día, pero si quieres probar cosas nuevas, dar rienda suelta a la fantasía puedes comenzar a practicarlo. Debes tener en cuenta que requiere algo más de dedicación y preparación, y mucho lubricante.

Es una gran aventura experimentarlo, pero es necesario mucho estímulo, deseo y excitación para que la experiencia sea lo más agradable posible. Algunas posiciones pueden ayudar a disfrutar el momento, y resultar mucho más estimulantes.

¿Qué posiciones nos brindan el máximo placer en el sexo anal?

De costado: La penetración se produce cuando la persona penetrada se coloca sobre su costado, con las piernas semi abiertas. Esta posición permite al activo cambiar el ángulo de penetración y poder estimular el punto G. También es muy beneficiosa porque puede estimular los genitales de la pareja.

La montaña mágica: Es una postura clásica cuando se practica sexo anal, la mujer agachada y el hombre accediendo desde atrás. Se pueden colocar cojines para dar forma a la postura, va a resultar más cómodo y fácil. Se consigue de esa manera un buen ángulo, y la profundidad es muy buena. ¡Pruébalo y diviértete!

La rana: Es una variante de la postura del perrito, la persona penetrada debe acostarse boca abajo abrir un poco las piernas, el hombre debe estimular el ano colocar lubricante para que se produzca más excitación. No es la más recomendable para principiantes ya que si el hombre no controla la profundidad de la penetración puede ser dolorosa.

La doma o cabalgata: La mujer se sienta sobre el hombre para que la penetre lentamente, puede ser de frente o de espaldas. Esta posición es muy beneficiosa ya que la mujer controla los movimientos de la penetración y la profundidad, para no sentir dolor.

Recomendaciones para realizar el sexo anal

Higiene fundamental en todo lo relativo al sexo, además de ser muy cuidadosos con detalles como: las uñas bien recortadas, y las manos muy limpias.

Realizar los preliminares con paciencia y mucha comunicación, utilizando lubricantes a base de agua, no aceitosos.

Practicar un masaje anal utilizando un hidratante y presionando leve y pausadamente en el exterior del ano.

Preguntar a la pareja como se siente en todo momento, ella nos dirá sobre la intensidad que debéis ejercer, y marcará los momentos propicios para seguir.

En ningún caso se debe proseguir con el masaje o con el sexo anal, si encontráis una herida o sangrado.