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“Salimos por la ventana”: damnificada por sismo

“Se vino abajo la casa, las puertas de las recámaras y de la sala quedaron atoradas”, afirma afectada viven escenas de terror en Coatzacoalcos

● EL SUR | IRMA SANTANDER | CÓDIGO VERACRUZ | COATZACOALCOS, VER.- | 08 de Septiembre de 2017

Ayer, fue una de las noches más largas, de zozobra, desesperación, triste, y desolada para las familias de Coatzacoalcos; la sacudida del sismo de 8.2 grados, cimbró y colapsó por más de tres minutos inmuebles, objetos, y automóviles.

A partir de las 23:49 horas del jueves, el panorama de una noche tranquila, cambió y el sueño no volvió; las horas transcurrían y el amanecer fue aun más crudo: grietas en paredes, techos y pisos, hundimientos de viviendas, bardas colapsadas, y fosas sépticas reventadas que provocaron el escurrimiento del agua sucia hacia el interior de los hogares en la colonia San Silverio.

Las colonias Divina Providencia, San Silverio, Peloteros, Benito Juárez, y 24 de octubre, las más afectadas por el movimiento telúrico. Protección Civil ha levantado un censo para conocer el número de domicilios con afectaciones.

Guillermina, una joven madre, vivió el miedo en carne propia al quedar atrapada en su casa de la colonia San Silverio, por unos minutos, junto con sus pequeños hijos, y su esposo,

"No pudimos salir porque se vino abajo la casa, las puertas de las recámaras y de la sala quedaron atoradas, tuvimos que salir por las ventanas, por ahí saqué a mis niños”
, describió, mientras ve como su casa con el número 213 de la calle 10 de Julio, ha sido parcialmente destruída por el sismo de 8.2 grados.

El piso de la sala, se levantó, y el agua de las fosas sépticas ingresó a la morada, alcanzando varios centímetros; el miedo invadió a la familia.

"Se fue la luz, no teníamos con que alumbrarnos, nos resbalamos con el lodo, el agua llegaba al tobillo, yo no había vivido algo así”
, comentó.

Con la ayuda de sus vecinos, sacaron las pertenencias que pudieron rescatar: sala, estufa, mesas, trastes, refrigerador, sillas. Van a casa de otro familiar.

Es casa propia y hace apenas unos meses, la terminaron de construir, "si duele, el piso lo acabábamos de poner, y se derrumbó", lamentó.

"MI CASA ESTÁ MOLIDA “

Con el rostro desencajado, y con la preocupación por la salud de su madre de 98 años de edad, Ana María Martínez, expresó: "tengo miedo, porque si llueve mi casa se viene abajo, el temblor abrió el piso, las paredes, la barda, mi casa está molida".

Su vivienda a medio construir con blocks sin repellar, se ubica en la arteria 2 de febrero número 319, de la colonia San Silverio, al poniente de Coatzacoalcos; es una de las más dañadas por el terremoto de 8.2 grados.

Cansada por la noche larga, la señora relató a codigoveracruz.com, que se encomendó a Dios, "no pude sacar a mi madre, todo se movía, nos pusimos abajo de una mesa, y me quedé rezando, fue algo tan impactante".

Y es que en su casa, el piso de la sala, tres recámaras, cocina y el baño se abrió, y las paredes se separaron de los cimientos.

El sector por ser pantanoso, el agua burbujeaba y se introdujo a los hogares, arrastrando tierra.

"Los trastes de la alacena se cayeron, mira como se partió todo, mira el baño, mira los centímetros de separación de las paredes”
, explicó la mujer, mientras mostraba las afectaciones en su inmueble.

"LA CASA ERA COMO UNA GELATINA”

En la casa número 302 de la calle 2 de febrero, de la colonia San Silverio, doña María Caamaño Soto, era un manojo de nervios, el sismo la envolvió en miedo y desesperación, al ver que su humilde vivienda de lámina color azul retumbaba.

"La casa se descuadró, era un manojo de nervios, estaba sola con mi hija, nos abrazamos, casi llorando, era como una gelatina, se movía todo”
, relató.

El patio de la humilde casa, se partió, y se abrió un pequeño hueco que dejó al descubierto un pilar que sostiene el inmueble; en la sala, recámara y cocina las grietas eran enormes; la barda trasera, colapsó.

"Todo se partió, tronaban las columnas de mi casa, tronaba el piso, quería salir huyendo pero no podíamos, todo se movía, hasta que se calmó un poco salimos”
, expresó.

Con asombro, doña María no recuerda una situación similar en los últimos 30 años, "si se han sentido temblores pero leves, este fue muy duro, tenemos miedo".

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