Cuando Javier Duarte de Ochoa llegaba a la vivienda ubicada en Salmón 281 de Costa de Oro, entraba por la cochera que da a la calle Sardina.

De acuerdo con testimonios, si llegaba por la noche, todas las luces de dicha calle se apagaban.

Y así permanecían mientras el hombre en el poder visitaba a su amada, Xóchitl Tress Rodríguez, entonces Directora de Espacios Educativos de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).

El entonces gobernador ordenó el 28 de agosto de 2014 a Moisés Mansur Cysneiros adquirir una vivienda para Xóchitl. Este a su vez le comunicó a Jose Juan Janeiro la "urgentísima" necesidad de hacerlo, pero en Santa Fe, en la Ciudad de México.

Paralelamente, Duarte de Ochoa preparaba el arribo de su novia a Espacios Educativos. Y alistaba varios millones para darle, con el fin de adquirir una vivienda en Boca del Río.

Y así, apenas una semana después de entrar como directora, Xóchitl tuvo su casa. Pagó por ella 2 millones 250 mil pesos. En efectivo dio 500 mil. Y Terrami, una empresa fachada pagó el resto: 1 millón 750 mil pesos.

De acuerdo con un testimonio en poder de la Fiscalía General del Estado (FGE), un día de abril de 2014, Xóchitl se presentó en la vivienda de Ricardo Diez Deschamps, quien le vendió la casa.

Le reclamó un desperfecto en la cocina. Y le exigió ir a arreglarlo, valiente, anteponiendo su relación con el gobernador como intimidación.

Diez Deschamps fue al domicilio acompañado de una persona para arreglar la fuga que tanta molestia había causado a la novia del jefe del ejecutivo del estado.

"Llegó entonces el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Iba de gorra. Se dieron un beso en la boca y subieron a una habitación", reza parte de la declaración del empresario, misma que fue presentada como dato de prueba para que este jueves sea valorada por el juez de control y se tome como un elemento fundado y motivado para decretar la vinculación a proceso.

De hacerlo, empezará la etapa de investigación complementaria con miras a llevarla a juicio. De decidir no hacerlo, desde hoy volverá a ser libre.

Como este, hay otros testimonios donde se señala a Xóchitl Tress, quien valiéndose de su amorío, amenazó a quienes le vendieron la propiedad y a quienes eran los "socios" de Terrami, y recibían solo 200 pesos para avalar el robo más histórico de Veracruz.