Senadores del PAN pidieron a Petróleos Mexicanos (Pemex) transparentar las negociaciones laborales con el sindicato encabezado por el priista Carlos Romero Deschamps.

Los legisladores se pronunciaron a favor de que la empresa ponga fin a los privilegios o 'regalos' que se otorgan a los empleados y que representan una carga presupuestal excesiva.

Jorge Luis Lavalle, integrante de la Comisión de Energía, demandó que la petrolera actúe con claridad en los ajustes al Contrato Colectivo de Trabajo, para evitar que la cúpula del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) resulte beneficiada a costa de los trabajadores.

"Eso no puede ocurrir, lo que Pemex acuerde con el Sindicato lo tiene que hacer con total transparencia. No podemos permitir que, además de los problemas financieros, se termine dando de baja a quienes hacían bien las cosas, sólo por favores políticos o conveniencias sindicales; deben ser ajustes orientados a resultados", dijo.

"Actualmente, por cuestiones políticas o por negociaciones sindicales, no se realizan las actividades que dan los mejores resultados a la empresa".

El legislador federal consideró que Pemex debe realizar una revisión, ya que existen muchas prestaciones laborales que están por encima de los estándares de la industria petrolera.

Lavalle recordó que, desde que se discutió la reforma laboral, se expresó un abierto rechazo a la herencia de las plazas, como ocurre hoy en Pemex y, en el pasado, en el sector educativo.

"El tema de la herencia de las plazas no puede verse como triunfos sindicales, sino como actos de injusticia que están fuera de la ley", afirmó.

"No debe permitirse que sólo por el hecho de ser hijo de alguien se entregue una plaza por herencia".

Al hablar sobre la carga laboral de Pemex, Lavalle puso como ejemplo que mientras una refinería de la empresa, instalada en Estados Unidos, opera con sólo 500 trabajadores, las que están en territorio mexicano lo hacen con un promedio de 4 mil empleados.

Por su parte, el senador panista, Francisco Búrquez, criticó las prestaciones excesivas de las que gozan los trabajadores en Pemex.

"Los vergonzosos privilegios son una prueba más de que Pemex no es una empresa de los mexicanos, sino de la clase política y burocrática de la ordeña", expresó.

El también integrante de la Comisión de Energía del Senado fue más allá, al advertir que la petrolera se ha convertido en una carga para el País.

"Hoy Pemex no vale ni cero pesos, tiene un pasivo neto de 10 mil pesos por mexicano. Cuanto antes nos deshagamos de ese elefante blanco, mejor para México", advirtió.

Búrquez recordó que Pemex, como empresa productiva del Estado, queda obligada a cumplir con sus obligaciones en materia de transparencia, incluidos los temas laborales.

Sin embargo, advirtió que, lejos de actuar como debe, la petrolera se comporta como "una empresa de la clase política y del sindicato del PRI".