Un filme de terror ruso, nos plantea la posibilidad de que el alma de los muertos, se quede atrapada en el negativo de una fotografía y luego puedan ir cambiando de cuerpos a placer.
La película es un desastre de principio a fin, no tiene pies ni cabeza, no da miedo, y es un pecado en las películas de miedo, y aparte el doblaje al ingles y el subtitulado al español que es una distración al tratar de descubrir que dice; es una total perdida de tiempo.
Es una especie de tragedia rusa, tiene algunos elementos que pueden ser interesantes del cine gotico pero la película no jala porque esta confusa y rebuscada.
Recomendación: No Verla, No es una buena opción para ir al cine.
Críticos: Eduardo Molina y Edgardo Reséndiz