Al menos cuatro gasolineras poblanas han cerrado sus puertas este año a raíz de la inseguridad y bajas ventas, provocadas por la comercialización de combustible ilegal, confirmaron representantes del gremio.

En camionetas, a pie de carretera, o a plena luz del día en tianguis poblanos se comercializa el combustible ilegal a la mitad de precio por litro que en las gasolineras, denunciaron miembros del sector.

Sin embargo, son más las estaciones de servicio que se han visto tentadas a bajar la cortina ante la caída en sus ventas de hasta 60 por ciento en los últimos tres años, explicó Luz María Jiménez Almazán, presidenta de Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUEPT).

"La proliferación de la venta ilegal de combustible ha desplomado las ventas de una manera drástica, dramática, nos ha puesto en jaque, en un riesgo económico terrible", resaltó en entrevista.

Detalló que al menos seis gasolineras pertenecientes a la agrupación, que concentra a 55 por ciento de los gasolineros de ambas entidades, analizaron cerrar, pues los costos de operación siguen siendo los mismos y las ventas en los últimos años cayeron de 10 mil a 3 mil litros diarios de combustibles.

Sin embargo, decidieron continuar con el negocio ante las exigencias de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para realizar el cierre, pues debían invertir entre 3 y 4 millones de pesos en limpiezas ecológicas, dependiendo del tamaño de la estación.

"Responsablemente se dieron cuenta que era imposible cumplir con esas obligaciones y la autoridad te da un plazo para hacerlo, no es de que cierres hoy y poco a poco realices esa limpieza, hay plazos concretos y económicamente no era viable ese cierre", apuntó.

Anteriormente para cerrar una gasolinera sólo se pedía que llenaran los tanques de arena y hoy la Ley es más estricta, ya que pide también un remedio de suelos y que se retiren los equipos y confinarlos en un cementerio de residuos peligrosos.

La venta de combustible ilegal, resaltó, se disparó en los primeros meses de este año a raíz del incremento en los precios de la gasolina y diesel que a nivel nacional alcanzó hasta 24 por ciento.

En los últimos dos meses la presencia del Ejército en el estado ha provocado un ligero repunte en las ventas de las gasolineras, de entre 500 y mil litros diarios en algunas zonas.

El mismo Pemex ha reconocido que el problema del robo de combustible en Puebla es serio.

Sólo el año pasado la ordeña le generó pérdidas a la empresa del Estado por 20 mil millones de pesos.