A todos, por lo menos una vez, nos ha sucedido que, al comprar un par de jeans, éstos no son de la talla que recordábamos usar; es decir, son más grande… Y si bien es una realidad “horrible” de aceptar, nos orilla a tomar una decisión: bajar de peso, pero qué hacer para conseguirlo, ¿dieta o ejercicio?

Para empezar, es necesario saber o tener en mente que, para perder algunos kilos, nuestro cuerpo debe consumir más calorías de las que ingiere. Aunque esto no significa que debemos pasar horas en el gym.

Porque el ejercicio quema menos calorías de lo que se cree; por media hora de correr o nadar se está eliminando aproximadamente 350 calorías; lo mismo que si dejáramos de beber un vaso de refresco”, así lo revela un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Entonces, ¿actividad física o dieta?

Para ser más certeros, diversos análisis a diferentes tipos de población alrededor del mundo, han encontrado que el ejercicio no es un factor decisivo en la tasa de obesidad. El ejercicio incluso aumente el apetito, sin embargo, una dieta desacelera la tasa metabólica.

Esto nos lleva un solo resultado, la combinación de una rutina moderada con una dieta balanceada, son lo que necesitamos para tener una pérdida de peso sostenible (duradera).

En pocas palabras, no es elegir entre una u otras, es aprender a combinarlas ya que ambas son esenciales.