Si eres de las mujeres que van al gym esperando liberar un poco de la energía acumulada tras pelear con su pareja. Después de leer esto, ya no te parecerá tan “buena idea” hacer ejercicio enojada, ya que podría ser mortal.

Debido que al combinar un esfuerzo físico pesado con un estado negativo, como es el enojo o la ira, puede conducirte a un infarto, así lo sugiere la Journal Circulation.

¿Liberador?

En realidad no, sobre todo cuando los resultados de la investigación arrojan que hacer ejercicio enojada o triste, pueden aumentar tu presión arterial y ritmo cardiaco; lo que se traduce en una inflamación de los vasos sanguíneos lo que reduce el flujo de sangre a tu cerebro y corazón.

Como resultado: tienes el doble de posibilidades de tener un infarto mientras entrenas.

Aunque, tranquila, esto no significa que debas renunciar al ejercicio como una forma de tranquilizar tu ira.

De acuerdo a Barry J. Jacobs, director de ciencias del comportamiento del programa de Residencia de Medicina Crozer-Keystone, Pennsylvania, afirma que antes de entrar al gym te tomes 5 minutos y empieces a respirar profundamente.

Estas inhalaciones constantes disminuirán los niveles de cortisol y presión sanguínea (te pondrán en equilibrio), y harán que tu hora de ejercicio sea segura.

El experto recomienda este ejercicio ante cualquier situación que te haga sentir mal. ¡Recuerda, más puedes perder tú que la persona que te hizo enojar!